Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;
porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios (1. Co. 2, 10)

REVELACIÓN UNIVERSAL DE DIOS

Por Anita Wolf
Su Vida Y Obra
1900 - 1989

REVELACIÓN UNIVERSAL DE DIOS por Anita Wolf Su vida y obra 1900 - 1989 Anita Wolf nació el 8. de noviembre 1900 como tercer niño del matrimonio Oskar y Ernestine Wolf en Greiz (Turingia, Alemania). Los Padres de Anita tenían siete hijos, tres niñas y cuatro niños, de los cuales tres murieron en su infancia.

Anita, cuyo nombre de pila es Anna-Elisabeth, perdió a los 16 años de edad a su padre - de profesión tratante en granos - en el tercer año de la Primera Guerra Mundial. Su madre falleció - Anita lo mencionó con frecuencia - en el tercer año de la Segunda Guerra Mundial.

Sus padres, pertenecientes a la iglesia evangélica, querían mucho a los niños, pero los educaron severamente. Dieron mucha importancia al esmero y a un fundamento religioso.

Hasta sus 14. años Anita tuvo una buena juventud. Sus Padres estaban acomodados y tenían bastante éxito con el negocio. Poco antes de estallar la Primera Guerra Mundial, su Padre ya pudo comprar un camión para el comercio al mayor de cereales. - La madre de Anita fue frecuentemente a la iglesia y ayudó mucho a mitigar la gran miseria, sobre todo después de la guerra. Anita amaba mucho a los animales; tenía simpatía especialmente hacia los caballos. Pero también estaba dotada artísticamente lo que demuestra un cuadro de un caballo dibujado por ella.

Sentía un gran aprecio por Martin Luther. El padre de su amiga de la infancia era conserje del Wartburg (el castillo en que Martin Luther tradujo la Biblia). Por eso Anita pudo inspeccionar entre otras cosas también el gabinete donde él había traducido la Biblia del latín al alemán. Precisamente la Biblia tenía un gran valor para ella. Dijo muchas veces, quien pasara la Biblia por alto, no podría comprender el tiempo final de nuestro mundo.

Porque su madre poseía las obras de Jakob Lorber, Anita entró muy pronto en contacto con el místico austriaco de Estiria. Las dos mujeres asistieron también varias veces a conferencias sobre las obras de Lorber en Dresde y Breslavia.

1921 Anita encontraba en Berlin a Leopold Engel, a quien le fue permitido terminar una gran obra de Jacob Lorber después de su muerte. En este tiempo también varias veces amigos de las obras de Lorber visitaron a la familia Wolf en Greiz.

Entre los treinta y cuarenta años Anita tuvo problemas de salud (afección biliar, enfermedad de los ojos etc.).

Tuvo que ser operada de su ojo izquierdo y desde entonces su facultad visual estuvo muy debilitada.

El negocio del padre cerró en 1939 y Anita trabajaba entonces hasta 1942 en el juzgado de primera instancia en Greiz como funcionaria para documentos.

Jamás fue miembro del NSDAP (los nazis) - se sentía muy conectada con la patria, pero estaba absolutamente contra brutalidad y dictadura de partidos políticos.

1942 la obligaron al servicio militar y la emplearon en el comercio de cereales. Fue enviada a Rusia y pusieron su departamento bajo el mando de las fuerzas armadas alemanas.

En Rusia muy pronto tomó contacto con la población de allí y pudo mitigar más de una miseria lo que la hizo muy apreciada. También, cuando podía, visitaba la iglesia de allí. Aun en la vejez recordaba todavía muchas expresiones rusas.

1945 se fugó de Rusia a Baja Austria y cayó en cautiverio de Rusia cerca de Krems. Pero por fin, siendo mujer, no acabó en Siberia, sino en la finca "bei der Bangermühle", donde tenía que trabajar muy duro con poca comida y muchas veces con mucho frío en invierno, porque casi no había leña.

En invierno, así contaba, durante la cautividad, andando llena de soledad y frío, corriendo viento ninguno, escuchaba al rededor de sí un suave susurro y entonces claramente las palabras:

"¡Soy el eterno santo UR - Soy el Eterno-Santo y Verdadero; no tengas miedo!"

1948, en primavera, Anita quería fugarse a Alemania. La noche anterior tuvo un sueño. Vio a dos ancianos que también estaban en el campo de prisioneros, y oyó una voz: "Si llevas contigo a estos dos hombres viejos, lograrás la fuga." Lo oyó muy claro. La siguiente mañana un padre que ofreció su ayuda acudió a ella. Los cuatro, como si nada, viajaron en autobús a Salzburgo. Anita estaba sentada con los que le fueron confiados al fondo del autobús. En la línea de demarcación entre las zonas de ocupación rusa y americana hubo un control muy riguroso. Anita ni siquiera tenía un carnet, por no hablar de un certificado que otorgase permiso para ir a Salzburgo. Oró: "¡Señor, ayúdanos!" Todos tuvieron que salir. Cuando les tocaba a ellos, Anita cogió un papelito en blanco y dijo en ruso: "Documentos en orden, gente vieja muy enferma, todo karascho." El soldado dijo,"dobre", y les mandó subirse.

En la zona de Salzburgo tuvo una vivencia interesante. En una localidad cerca de la frontera bávara, cuando una patrulla americana controlaba a cada persona, Anita fue rápidamente a un pequeño estanco y compró cigarrillos con el resto de su dinero aliado. Realmente no sabía por qué y para qué - pues no fumaba - , pero entre tanto los soldados americanos se fueron. Entonces, preguntando a unos nativos por la mejor manera de llegar a Alemania, un hombre joven dijo: "Conozco muy bien esta zona y les ayudo atravesar la frontera." Pero todavía estaban los dos ancianos con ella, que pareció ser un problema. Pero al joven no le molestaba y así, al amanecer, se puso la fuga en marcha.

El salario para el ayudante eran los cigarrillos, de los que solo aceptó unos pocos. La frontera pasaba por el bosque, y cuando los centinelas americanos hacían el relevo de la guardia, hubo que aprovechar estos minutos.

Todo salió bien y Anita encontró una granja. A cambio del resto de los cigarrillos el campesino les condujo a la siguiente granja. Curiosamente llegó en el próximo tren, entre muchísimos fugitivos, a Múnich sin dinero alguno. Allí Anita se separó de los dos ancianos.

El destino de Anita fue el Sarre, donde vivía una de sus hermanas. Pero los franceses no la dejaron pasar la frontera, porque no tenía documentación. Tenía todavía un hermano en Hanóver, así que la ciudad del Leine fue su próximo destino que sí consiguió en etapas.

Era el año 1948. En las ciudades la miseria estaba especialmente agrabada. Como 'fugitiva del este', recibió una habitación en un antiguo edificio escolar. Allí vivió hasta 1965.

En esta pesada época con mucha hambre, escasez y frío, el estado de salud de Anita se había quebrantado mucho. Porque estaba incapacitada para el trabajo, recibió una pequeña pensión. Pero, aunque había vivido siempre muy modestamente, Anita dijo muchas veces: "¡Demasiado poco para vivir y demasiado para morir!"

A pesar de esta miseria sentía un apremio interior de tener que poner por escrito muchas cosas - pero no vivencias de la guerra, sino que le fueron dadas maravillosas revelaciones espirituales.

1949 comenzó con el escrito de la obra principal "UR-Eternidad en espacio y tiempo", como también "Cuatro hitos de la vida de Jesú".

Entonces siguieron "El Patriarca" y "Karmatha" (la revelación sobre el desarrollo espiritual de Jakob Lorber antes de su misión terrenal).

"Los cuatro hitos", "Karmatha" y "El Patriarca" fueron imprimidos por primera vez en 1955 en la editorial de la comunidad-UR en Wiesbaden de Karl y Anny Veit.

Un año después, Josef Brunnader entró en contacto con estas obras y se puso inmediatamente en contacto con Anita. Se le tiene que agradecer a él que se pudiera imprimir la obra principal en el año 1960 en la idílica villa austriaca Weiz, cerca de Graz (Estiria).

Este contacto con Josef llegó a ser decisivo para la vida posterior de Anita.

Después de varias visitas de Anita en Weiz (1958 hasta 1965), se había formado ahí un pequeño grupo de amigos (desde1961 Vereinigung Treuhandgruppe e.V. - VTG). Además, a Anita el paisaje alrededor de Weiz le recordaba mucho su patria turingia. Todo eso provocó que se sintiera muy bien ahí (Graz + Weiz = Greiz, su lugar de nacimiento).

En los años 1963 hasta 1964 fue cada vez más evidente que sería muy bueno también para la obra, si Anita viniera a Weiz para vivir ahí. Josef y Eleonore Brunnader ya habían ofrecido antes a Anita vivir con ellos para siempre. Pero antes había que aclarar muchas cosas, sobre todo si se podía transferir su pequeña pensión a Austria, porque no quería estar sin recursos. Y entonces Josef hizo todo lo posible para traer a Anita a Weiz. Después de graves dificultades con las autoridades pudo emigrar en septiembre de 1965 a Weiz, donde permaneció hasta el término de su vida terrenal el día 6. de agosto 1989.

Después de fundarse la asociación, Anita confió notarialmente todos los derechos sobre sus libros a la 'Vereinigung Treuhandgruppe', que entonces se ocupó en los años siguientes de que todas las obras de Anita fueran imprimidas y difundidas. La obra principal "UR-Eternidad en espacio y tiempo" fue imprimida en 1960 en una pequeña imprenta en Weiz, con una antigua componedora de tipos de plomo, en gran formato DIN A 4. Para eso se necesitaba casi 1000 kg de plomo.

Se imprimió casi cada año una, a veces también dos obras. Anita recibió lo revelado por lo general intuitivamente. Escribiendo el "Libro de Gracia" (el desciframiento de la Apocalipsis de Juan), quiso saber de nuestro Padre celestial, si todo, puesto por escrito hasta ahora, era correcto. Descifrar espiritualmente las imagenes, muchas veces muy difíciles, no fue siempre fácil. Además Anita era muy escrupulosa. Ahora, de repente ya no recibía nada - se acabó. Unos días después, terminando su oración de la noche, tenía la sensación de que ahora sí viniere la continuación. Por la noche tuvo un sueño muy definido: Se encontraba en un pasillo y a izquierda y derecha había 22 habitaciones. Quiso entrar en la primera - estaba cerrada, así como la segunda. Pudo entrar solo en la 21. habitación, entonces se acabó el sueño. Al día siguiente vino la continuación, pero no el capítulo 12, que habría sido su turno, sino el 21. A continuación los capítulos volvieron a seguir por orden.

Siempre cuando amigos preguntaban a Anita, cómo recibía las obras, dijo modestamente: "Simplemente vienen (intuitivamente)." Escribió lo recibido directamente a máquina, después solo corrigió todo ortográficamente. Dijo que no tenía sentido remedar a alguien, como lo hace mucha gente asegurando entonces oír, como Jakob Lorber, la voz de Dios en el corazón - ¡importante es, lo que nos es dado y que existe!

Anita no gustaba de humildad exhibida y detestaba la pura palabrería sobre el amor - ¿de qué sirve pronunciar la palabra "amor" si las acciones diarias no lo atestiguan?

Anita deseaba ir, cuando llegara a ser más vieja y achacosa, a una residencia asistida. En 1975 se construyó en la periferia de Weiz, en un sitio tranquilo, una bonita residencia. Porque su estado de salud empeoraba de año en año (en total estuvo en su vida 17 veces en un hospital), decidió en septiembre trasladarse a esta nueva casa. Amigos de Austria y Australia la ayudaron mensualmente con la financiación; su pensión no habría sido suficiente.

Aquí un extracto de una circular para todos los lectores de sus obras que escribió Josef Brunnader, relacionado al día de su muerte, sobre los últimos días terrenales de Anita Wolf:

"El viernes, 4. de agosto, estuvieron dos queridos amigos de Suiza y uno de Alemania en Graz. El sábado, 5. de agosto visitamos a nuestra querida Anita a las diez de la mañana en la residencia. Anita estaba sorprendentemente vital y explicó muchas preguntas espirituales, como también su fuga de la cautividad en 1948 después de la Segunda Guerra Mundial. Para no molestarla demasiado, queríamos irnos después de media hora, pero para nuestra sorpresa dijo que nos quedáramos tranquilamente hasta poco antes de las once, porque entonces servirían la comida en la residencia. Concertamos una visita con ella el domingo a las tres de la tarde. Por desgracia ya no pudo ser. El domingo, 6. de agosto me llamaron de la residencia y comunicaron que la señora Wolf había fallecido a las doce y treinta de la noche.

. . . El solemne sepelio y despedida sucedió el miércoles, 9. 8. 1989 en el Weizberg. Tampoco fue seguramente ninguna casualidad que el funeral fuese celebrado por una mujer. Era la primera vez en Weiz y los alrededores que una pastora daba la última bendición. . . .

Ahora nuestra querida Anita ha encontrado en la patria de Jakob Lorber, en la verde Estiria al lado de sus amigos, su última morada en este mundo. Ahora Anita se fue a la eterna patria de luz - pero en este mundo su revelación de Dios sigue viviendo, y multitudes de amigos de nuevas revelaciones son profundamente afortunados por ellas y muchos serán conducidos todavía a estas obras maravillosas, y nadie puede impedir el obrar de Dios, porque todo lo que viene de DIOS tiene valor eterno.

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